Comercio Justo
Desafíos para el movimiento internacional de Comercio Justo
Carola Reintjes. Presidenta de World Fair Trade Organization/Europe (Organización Mundial de Comercio Justo/Europa) El Comercio Justo está viviendo un auge en muchos mercados, ya no solamente los países donde sus actores están bien consolidados, sino también en los países emergentes, con prácticas innovadoras dirigidas a los mercados locales y regionales. Este crecimiento no es un […]
Carola Reintjes. Presidenta de World Fair Trade Organization/Europe
(Organización Mundial de Comercio Justo/Europa)
El Comercio Justo está viviendo un auge en muchos mercados, ya no solamente los países donde sus actores están bien consolidados, sino también en los países emergentes, con prácticas innovadoras dirigidas a los mercados locales y regionales. Este crecimiento no es un crecimiento libre de problemas. La vía de certificación de productos de Comercio Justo que representa el sistema FLO (Fairtrade Labelling Organisation) ha contribuido sustancialmente a este auge, pero ha aportado nuevas preguntas sobre la autenticidad y la protección de los valores del Comercio Justo.
Con la evolución del Comercio Justo, vertiginosa en países como Inglaterra o los países escandinavos, la capacidad de suministro ha empezado a verse afectada con la entrada de actores como Marks and Spencer, Tate and Lyle o recientemente Cadbury.
Y debido a los volúmenes y plazos requeridos, las grandes organizaciones productoras se han visto más beneficiadas en detrimento de los pequeños productores organizados en entidades de menor tamaño. Una pregunta esencial que acompaña esta indudable historia de éxito es la pregunta de hasta qué punto el aumento de volumen ha sabido contribuir de la misma manera a procesos de desarrollo, en especial de los productores más desfavorecidos. Grandes actores al final de la cadena requieren indudablemente grandes actores al principio de la cadena de suministro. Proteger al pequeño productor en cualquier estructura y cualquier sistema de certificación será un verdadero desafío para los actores de Comercio Justo.
Así lo es también para WFTO, World Fair Trade Organization (Organización Mundial de Comercio Justo) que tiene el enfoque del pequeño productor en el centro de su estrategia y actuación institucional y de su trabajo en red. Es una organización que aglutina a más de 350 organizaciones de 71 países y tiene como enfoques estratégicos la actividad comercial, la incidencia política y la capacitación. La Organización Mundial de Comercio Justo está desarrollando un estándar internacional de Comercio Justo que será acompañado de un sistema de certificación de organizaciones de Comercio Justo. FLO certifica la ruta del producto, mientras la Organización Mundial certifica a organizaciones de Comercio Justo. La Organización Mundial de Comercio Justo vela por los valores organizacionales de Comercio Justo.
Un desafío importante es el establecimiento de mecanismos que garanticen que los altos estándares del Comercio Justo no se vean diluidos. El movimiento internacional reconoce a dos principales sistemas y actores, y así lo ha hecho explícito en un documento histórico consensuado entre la Organización Mundial de Comercio Justo (anterior IFAT) y FLO. Como han expresado sus dos asambleas internacionales en la Carta de Principios de Comercio Justo, documento aprobado por voto unánime por sus respectivas membresías, ambas entidades se reconocen de forma recíproca, se comprometen a principios básicos comunes a todo el movimiento y reconocen sus respectivos sistemas de estándares y certificaciones y su complementariedad.
Si bien existen otros actores internacionales y otros sistemas de garantía, el movimiento reconoce a estos dos actores como los principales referentes del Comercio Justo internacional y así lo ha constatado igualmente el Parlamento Europeo.
En tiempos de enormes “turbulencias” en los mercados internacionales, el consumidor está expuesto a confusión. El Comercio Justo tiene la obligación por un lado con el pequeño productor, y por otro lado se debe a este consumidor consciente que busca la autenticidad de valores y la integridad del Comercio Justo en la jungla de los mercados confusos, donde lo “ético y solidario” puede ser instrumentalizado o desvirtuado. Es deber del movimiento de Comercio Justo aunar esfuerzos, crear sinergias y definir estrategias colectivas (un movimiento internacional tiene que ser más que la suma de sus integrantes) para proteger los auténticos valores del Comercio Justo y defenderlos con actitud constructiva. Es asimismo un deber colectivo establecer alianzas estratégicas con el sector público y el sector privado encaminadas a reforzar estas estrategias y contribuir a su implementación y consolidación. El futuro está por delante, el camino está por hacer.
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