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Declaración de Guayaquil sobre la deuda

Luego de 10 años de lucha contra la deuda ilegal e ilegítima impuesta a los pueblos del Sur, las organizaciones que suscribimos esta carta nos reunimos en Guayaquil los días 4,5 y 6 de noviembre del 2009, para celebrar los logros de la Red Jubileo, como la anulación de la deuda con Noruega, la auditoría […]

18 noviembre 2009
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Luego de 10 años de lucha contra la deuda ilegal e ilegítima impuesta a los pueblos del Sur, las organizaciones que suscribimos esta carta nos reunimos en Guayaquil los días 4,5 y 6 de noviembre del 2009, para celebrar los logros de la Red Jubileo, como la anulación de la deuda con Noruega, la auditoría de la deuda del Ecuador, el inicio de la auditoría de las deuda de Brasil, la fundación del Banco del Sur, entre otros procesos generados en la reflexión y acción conjunta de muchas organizaciones sociales.

En el marco de la celebración nos reunimos para identificar los nuevos desafíos que nos pone el nuevo escenario mundial y regional, caracterizado por una crisis sistémica agudizada por el modelo económico neoliberal.

CONSIDERANDO

1. Que la crisis global actual es una crisis sistémica e ideológica con dimensiones económicas, financieras, climáticas, energéticas, sociales y alimentarias, que han evidenciado, una vez más, la incapacidad del capitalismo para garantizar las necesidades y los derechos de la población.

2. Que resulta evidente la relación entre la crisis global y la forma como el capital se ha venido reproduciendo globalmente. Valores centrales del paradigma neoliberal, como competitividad y crecimiento sin límite, han devenido en situaciones de pobreza y exclusión para cientos de millones de personas y en un profundo deterioro ambiental para todos. A través de tratados de libre comercio y tratados bilaterales de protección de inversiones, los recursos naturales de nuestros pueblos se han puesto al servicio de las grandes empresas transnacionales, vulnerando los derechos humanos fundamentales y de la naturaleza. El capital, al buscar generar la mayor cantidad de utilidades se orientó al juego especulativo y corrupto por encima de la producción real, y ello incubó una profunda crisis del empleo, de la cual aún no se sabe cómo salir.

3. Que los principales afectados son – y seguirán siendo – los pueblos del sur, los excluidos de la repartición de una enorme renta extraída de nuestros países. Hoy miles de trabajadoras y trabajadores están en la calle.

4. Que son los pueblos indígenas y originarios que habitan los distintos países de la región – en particular zonas donde se ubican recursos naturales- , lo que son agredidos e incluso pagan con su vida por la defensa de sus territorios.

5. Que es paradójico que exista una sobreproducción basada en la explotación del trabajo y de la naturaleza – cuyo excedente queda en manos de pocos – y al mismo tiempo no haya suficientes recursos para alimentar a la mayoría de la población y garantizar una vida digna.

6. Que esta crisis se originó en los países del Norte, sin embargo persisten éstos en mantener su hegemonía a pesar de ser las economías más endeudadas, en perjuicio de los pueblos del Sur que se ven afectados por el carrusel financiero de los grandes bancos mundiales, de la explotación irracional, de la exacción de sus recursos naturales.

7. Que los mayores países, reunidos en el G20 , se han constituido en el foro de discusión y coordinación para dar respuesta a la crisis global pretendiendo reemplazar la participación integral de todos los países regiones y países del mundo en la búsqueda de soluciones .y que han resucitado la intención de conceder un rol central a una entidad multilateral desprestigiada como el Fondo Monetario Internacional para colocar nuevos préstamos

8. Que la crisis tiene efectos inmediatos en la vida cotidiana de los pueblos, y que la socialización de las pérdidas se ha traducido en el empeoramiento de las oportunidades, condiciones de trabajo y la reducción de los ingresos de los hogares.

9. Que la crisis también ahonda inequidades de género, lo que conlleva a generar desigualdades profundas y que en conjunto sitúan a las mujeres en situaciones de mayor desventaja y vulneración de derechos, tanto en el ámbito público como privado.

10. Que los países del Sur conocemos por experiencia que la deuda es utilizada como instrumento de dominación, y que ya ha sido pagada varias veces. La deuda es ilegítima ya que implica la violación grave de los supuestos básicos de los contratos, tanto como de normas y principios éticos, valores sociales, políticos, económicos, jurídicos y ambientales de amplia aceptación. Estas deudas han generado situaciones de pobreza al no permitir que los Estados cuenten con recursos suficientes para garantizar el goce efectivo de los derechos de sus poblaciones, incrementando fuertemente la deuda histórica, social y ecológica.

11. Que la presencia militar de EE. UU. no disminuye en el mundo ni en América Latina y que la metodología de plataformas multimodales (pistas de aterrizaje, ingreso de soldados y armamento a diversos territorios), la reactivación de la IV Flota, entre otros actos, representan un riesgo muy alto de imposición del modelo neoliberal.

12. Que es necesario construir, o reconstruir a partir de nuestro pasado, una propuesta como la del Buen Vivir. Los movimientos sociales en América Latina, en el camino recorrido por muchos años de resistencia, han ido definiendo el contenido de otro desarrollo basado en otra relación entre los pueblos, y de la sociedad con la naturaleza, el reconocimiento y promoción de la diversidad; la recuperación de valores histórico y culturales; en la soberanía de los pueblos y el derecho de auto-determinación; en seguridad y soberanía alimentaria; protección social; justicia ecológica; intangibilidad de la amazonía; comercio justo; economía solidaria; libre circulación y residencia de las personas; integración desde y para los pueblos basado en la justicia, solidaridad y complementariedad; derechos humanos y de la madre tierra; el pueblo en el poder; igualdad de género, raza, etnia y generacional.

13. Que para financiar este otro desarrollo e ir construyendo otro paradigma sin más deudas, los pueblos necesitan recuperar el control de sus recursos que hoy están en manos de empresas transnacionales.

14. Que existen iniciativas positivas de integración como el Banco del Sur, el ALBA, el Sucre , entre otras, que deben ser consideradas en la definición de una nueva arquitectura financiera regional que conduzca a la autonomía económica y a la soberanía financiera, tareas fundamentales en este periodo de transición de la economía global. De todas formas observamos que su avance se encuentra aun muy demorado aun por los propios gobiernos proponentes y que es preciso apropiar estas iniciativas y profundizar su debate democrático público colectivo más amplio.

DEMANDAMOS

1. Solucionar la crisis global en el marco de un debate mundial que incluya a todas las regiones y la participación de los pueblos a través de sus organizaciones, redes y colectivos.

2. La sanción de los causantes de la crisis (operadores de mercado, banqueros, etc.), quienes deben ser obligados a pagar por ella con sus bienes.

3. La disolución, el cierre y la sanción de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) responsables de la actual crisis y de la destrucción de la naturaleza. En este sentido, entendemos que cualquier préstamo con el objetivo de enfrentar las crisis, generará deudas ilegítimas.

4. Que los Estados protejan y garanticen el empleo y los derechos sociales tales como la salud y educación, y dejen de subsidiar a los responsables de esta crisis.

5. La promoción de relaciones económicas nacionales, regionales e internacionales equitativas, basadas en la economía popular del bienestar, antes que la explotación y exportación indiscriminada de nuestros recursos.

6. La anulación total y sin condicionalidades de todas las deudas ilegítimas, y el control de las inversiones, partiendo de la realización de procesos de auditoría integral y participativa del crédito público en cada uno de los países y al interior de las instituciones financieras multilaterales.

7. Que la Asamblea General de Naciones Unidas presente a la Corte Internacional de Justicia una opinión consultiva sobre los aspectos jurídicos de la deuda externa, en particular sobre el carácter usurario del alza de las tasas de interés de la deuda externa decidida unilateralmente por la banca acreedora, origen de la catástrofe social, política, económica y moral que ha ocasionado a los pueblos de nuestros países desde la década de los años setenta.

8. La reparación y restitución de las deudas históricas, ecológicas y sociales que el norte debe al Sur.

9. La moratoria de la deuda externa en el año 2010 mientras se termina de diseñar la nueva arquitectura financiera internacional sin acumulación de intereses y sin perjuicio de las auditorías y repudio de las deudas ilegítimas. El destino de los fondos liberados serían dedicados a financiar políticas contra cíclicas en medio de la Crisis Global y a atender a los sectores sociales golpeados teniendo como marco y fuente de legitimación el derecho internacional de los derechos humanos.

10. El apoyo a los mecanismos financieros que permitan la transferencia de recursos de Norte a Sur, adicionales a la AOD y no reembolsables, de modo que se reparen los daños ambientales y sociales causados en nuestros países, y se constituya un fondo para la adaptación a los impactos del CC. Este fondo debe ser manejado en forma transparente y democrática bajo el control de las NNUU, en atención a una justicia climática.

11. La paralización de las negociaciones y reversión de los tratados de libre comercio y de protección de inversiones vigentes, y el respeto de los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas, andinas, amazónicas, etc., y de la madre tierra.

12. No criminalizar la protesta social, así como el respeto a los convenios internacionales que protegen los derechos de las personas y el ambiente.

13. Repudiar los mecanismos de arbitraje como el CIADI, tanto por la denuncia de los tratados bilaterales de inversión como por la nulidad del extrañamiento de la ley y jurisdicción nacionales, y promover la creación de un tribunal regional de cooperación y resolución de controversias como parte de la nueva arquitectura financiera regional, con incumbencia de dictámenes y recomendaciones y sentencias de resolución de conflictos.

14. Que la nueva arquitectura financiera regional tenga como objetivo garantizar el Buen Vivir en el marco de un desarrollo humano y social sustentable. Los criterios para el funcionamiento de sus organismos deben basarse también en la justicia y equidad de género, racial, étnica e intergeneracional, y en la consulta, auditoría y participación de los movimientos sociales. Igualmente la observancia del principio de representatividad a fin de tener legitimidad.

15. Que la arquitectura financiera regional debe articularse a una arquitectura global que respete los principios aquí formulados, y construida sobre la base del G192 (todos los países miembros de las Naciones Unidas).

16. Por la inmediata puesta en marcha del Banco del Sur y el SUCRE. Asimismo, que las reservas en metálico y en inversiones deben ser recuperadas en resguardo de la soberanía nacional y regional, y depositadas en un Fondo de Reservas Regional que promueva la estabilidad monetaria y que pueda emitir bonos para estabilizar balanza de pagos en la región, promover medidas contracíclicas para afrontar crisis, proveer de liquidez al Banco del Sur en el momento propicio.

17. También una Nueva Arquitectura Financiera Internacional hacia adentro que garantice la democratización del acceso al crédito justo y confiable para todas y todos como forma de ampliación de los derechos económicos.

18. La abolición de los paraísos fiscales, del secreto bancario y de los fondos depositados en dichos paraísos.

19. El proceso de recomposición de la soberanía, autosuficiencia y autodeterminación nacionales se integra con la configuración de la soberanía, autosuficiencia y autodeterminación de los pueblos de América Latina y El Caribe.

Firmada en Guayaquil, 6 de noviembre del 2009

Organizaciones Participantes

Acción Ecológica
Aurora Donoso
Esperanza Martínez

Asociación Americana de Juristas
Raúl Moscoso

CADTM – Bélgica
Eric Toussaint

CDES
Nora Fernández
Susy Garbay

CEDAL
Ercilio Moura

Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Venezuela
Alba Carosio

CIUDAD
Gabriela Weber

CLAI
Franklin Canelos
Myriam Bustos
Damian Quispe

Consejo Ecuménico de Guatemala
Vitalino Similox

Ecuarunari
Blanca Chancoso

FIAN
Alfredo Chum

FLACSO
Alberto Acosta

FUNDACIÓN JUSTICIA Y SOLIDARIDAD
Ricardo Moro

GRUPO NACIONAL CONTRA LA DEUDA
Eliana Franco
Ricardo Ulcuango

ILDIS
Luis Augusto Panchi

INSTITUTO DEL TERCER MUNDO
Maria José Romero

Jubileo – Bolivia
Juan Carlos Núñez

Jubileo – Ecuador
Hugo Arias
Piedad Mancero
Delfa Mantilla
Melania Mora
Catherine Ricaurte
Azucena Rivera
César Sacoto
Wilma Salgado
Vladimir Soria

Jubileo – Perú
Carlos Bedoya

LATINDADD – CIASE
Liubka Buitrago

LATINDADD
Rodolfo Bejarano

OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE DEUDA
Jorge Marchini

PLATAFORMA INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, DEMOCRACIA Y DESARROLLO
Ligia Cardieri Anaité Vargas

PLATAFORMA DESCAM
Ramiro Chimuris

RED DE MUJERES TRANSFORMANDO LA ECONOMÍA
María Rosa Anchundia
Carmen Triana

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Embajador Miguel Ángel Espeche Gil

WORLD VISION
Victor Rey

Jóvenes participantes
Juan Achupatin
Tatina Cabezas
Rina Caicedo
Maribel Carmona
Victoria Desintonio
Gina Jiménez
Luis Loaiza
Verónica Macías
Mauricio Ortuño
Mónica Sánchez
Julio Vera

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