La mañana del 18 de mayo, la Comisión de Derechos Sociales del Parlamento de Cataluña ha aprobado por amplia mayoría una Propuesta de Resolución para el reconocimiento e impulso de la vivienda cooperativa en cesión de uso. La propuesta ha recibido los votos a favor de ERC,  CUP – Un Nou Cicle per Guanyar, En Comú Podem y Socialistes i Units per Avançar; y un amplio apoyo de los grupos parlamentarios de Junts per Catalunya, Ciutadans y PP, que se han abstenido en alguno de los puntos. VOX ha votado en contra de todos los puntos presentados.

Se trata de la primera vez que el Parlamento debate sobre la vivienda en cesión de uso, un modelo de acces a la vivienda que va abriéndose camino en Cataluña como alternativa cooperativa al alquiler y la compra. Durante el debate de la Comisión, el diputado de ERC Pau Morales ha destacado el recorrido de la vivienda cooperativa en Cataluña: “no se trata de un modelo nuevo, viene de una tradición cooperativista muy arraigada en nuestro país. La propuesta implica un reconocimiento político e institucional de una realidad que ya existe”.

Catorce medidas para reconocer e impulsar la vivienda cooperativa en cesión de uso

Hasta ahora, aunque el cooperativismo de vivienda en cesión de uso se cita en la Ley 12/2015 de cooperativas de Cataluña, no se establece ninguna regulación específica. La nueva resolución aprobada insta al Gobierno a efectuar una modificación de la ley para recoger las características fundamentales del modelo de vivienda de cesión de uso y blindar el interés general y la no especulación.

La iniciativa, que fue presentada el pasado enero por los grupos parlamentarios de Esquerra Republicana, CUP i En Comú Podem a instancia de la Red de Economía Solidaria (XES) y la Federación de Cooperativas de Vivienda de Cataluña, recoge también nuevos programas de política pública que favorezcan la asequibilidad e inclusividad de los proyectos de vivienda cooperativa. En concreto, en el documento aprobado, se incluyen medidas como desarrollar una regulación propia del modelo que blinde el interés general y la propiedad colectiva de forma permanente, establecer bonificaciones fiscales, mejorar la financiación por parte del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), establecer mecanismos financieros para poder constituir avales o consolidar la primera línea de ayudas para las aportaciones iniciales de capital que ha llevado a cabo la Dirección General de Economía Social, el Tercer Sector y las Cooperativas. “Damos un paso adelante porque este modelo sea una herramienta útil porque muchas familias puedan acceder a la vivienda sin tener que pagar unos precios abusivos, pero también impulsamos un modelo de vida cooperativo que entiende la vivienda desde un enfoque comunitario”, afirma la diputada de En común Podem, Susana Segovia.

La vivienda cooperativa en Cataluña: un modelo en crecimiento con referentes internacionales

Con este paquete de medidas el sector toma de referencia experiencias como las del Quebec, Dinamarca o Uruguay. En estos países, con más de cincuenta años de historia del movimiento, este modelo cooperativo ya una realidad consolidada de vivienda asequible para un porcentaje considerable de la población gracias, precisamente, a una regulación clara y al desarrollo de programas integrales de política pública.

Actualmente, la iniciativa del movimiento cooperativo y las primeras experiencias de colaboración pública comunitaria en este campo han hecho posible que el 2022 existan más de 35 proyectos en fase de promoción o convivencia en Cataluña, que suman más de 650 viviendas. Las experiencias más conocidas están en Barcelona, fruto de la colaboración con el Ayuntamiento, pero también otras administraciones locales están apostando por este modelo como una herramienta más de sus planes de vivienda. Municipios como Sant Cugat del Vallès, Palamos, Lleida, Manresa, Palafrugell o Calonge i Sant Antoni están cediendo suelo público o colaborando a movilizar suelo privado a cooperativas para desarrollar sus proyectos de vivienda.

El modelo impulsado desde el movimiento cooperativista de la Economía Social y Solidaria, se ha definido en base a cinco aspectos fundamentales que refuerzan su interés público: la ausencia de lucro y la preservación de la propiedad colectiva de la vivienda, la asequibilidad e inclusividad de los proyectos, el fomento de la autogestión y la construcción de comunidad, el compromiso con la intercooperación y el crecimiento del modelo, y la corresponsabilidad con el entorno y el derecho a la vivienda.

Un reconocimiento específico para los proyectos de vivienda cooperativa sénior

Tres de las medidas aprobadas se relacionan con la vivienda cooperativa en cesión de uso sénior y lo reconocen como una modalidad alternativa a la institucionalización del modelo de residencias, con propuestas para facilitar su asequibilidad y la introducción de nuevos mecanismos para apoyar a las experiencias existentes en Cataluña.

La vivienda cooperativa sénior es un modelo de vivienda cooperativa para personas mayores que incluye espacios privados para cada unidad de convivencia y espacios compartidos, una alternativa de vivir la vejez basada en la autogestión y la participación de todas las personas implicadas. En Cataluña actualmente hay 5 proyectos séniors en diferentes fases de la promoción: los más avanzados son Walden XXI, en Sant Feliu de Guíxols, y Can 70, en el barrio de Sarriá de Barcelona.

Para ver el texto aprobado:

Propuesta de resolución sobre vivienda cooperativa en Cataluña