Economía Solidaria

La actualidad de la Economía Solidaria

Enfrentamos el año 2022 con la demanda que la coyuntura pandémica global sigue planteando: es necesario impulsar transformaciones socioeconómicas profundas que nos permitan afrontar los retos que la crisis ecosocial presentan para el sostenimiento de la vida. Un artículo de Carlos Askunze Elizaga en Noticias Obreras (vía REAS Euskadi).

3 mayo 2022

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La economía solidaria sigue creciendo y aportando alternativas económicas que contribuyan a afrontar esos retos en el ámbito de la energía, la vivienda, las finanzas, o el consumo alimentario.

La economía solidaria está de actualidad ya que, al igual que otras economías críticas y transformadoras como la ecológica y la feminista, presenta nuevas perspectivas para analizar la realidad económica que nos envuelve con sus terribles consecuencias sociales y ambientales, además de ofrecer alternativas concretas en cada vez más ámbitos relacionados con la satisfacción equitativa y sostenible de las necesidades sociales.

Energía comunitaria

En un ámbito tan sensible para afrontar la transición ecosocial como el de la energía, las cooperativas no lucrativas de personas consumidoras y usuarias de energías renovables agrupadas en Unión Renovables apuestan por la construcción de las denominadas “comunidades energéticas”. Entidades formadas por una agrupación de socias (tanto personas físicas, como jurídicas de tipo público, privado, social y comunitario) que, con una estructura de participación cooperativa, promueven para su comunidad la satisfacción de necesidades energéticas, sociales, medioambientales y económicas de forma autónoma.

Es, en definitiva, una propuesta para hacer de la energía un bien común en manos de la propia ciudadanía, de sus instituciones y agentes sociales locales, al margen de su mercantilización extrema y con criterios de justicia ecosocial,

Vivienda cooperativa

Superar el carácter especulador que acompaña al mercado de la vivienda, promover espacios comunitarios de convivencia y cuidado, así como promover un urbanismo social, inclusivo y sostenible, son algunos de los rasgos de las cooperativas de vivienda en cesión de uso.

Una alternativa que, en estos momentos, y con diferentes modelos, cuenta ya en el Estado español con alrededor de 50 iniciativas, tanto de carácter intergeneracional como senior. Hay proyectos como La Borda en Barcelona, Entrepatios y Trabensol en Madrid o Arterra Bizimodu en Navarra. Son ejemplos de una red que ha comenzado a articularse en REAS-Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria, y que está adquiriendo una relevancia social cada vez mayor.

Derecho al crédito y finanzas inclusivas

El sector bancario es uno de los mayores exponentes del funcionamiento excluyente del sistema económico. La economía solidaria promueve su transformación a través de la presión política, la sensibilización y la educación financiera crítica, así como con el desarrollo de herramientas alternativas como Fiare Banca EticaCoop57 u Oikocredit.

Recientemente, la Red de Finanzas Alternativas y Solidarias (REFAS), ha publicado el informe “Inclusión financiera de colectivos en exclusión social mediante el acceso al crédito”, en el que se llama la atención sobre la exclusión financiera que sufre la población más vulnerable, presenta la experiencia de las 20 entidades que componen esta red e identifica los retos para promover su inclusión financiera.

Es este ámbito, donde podemos destacar la colaboración entre Cáritas y Fiare Banca Ética para el desarrollo de tarjetas prepago para compras de primera necesidad. Se trata de una herramienta que persigue la dignificación y la autonomía de personas en situación o riesgo de exclusión social que participan en diferentes programas de acompañamiento de Cáritas.

Consumo cooperativo, local y sostenible

La alimentación es otro ámbito supeditado a los criterios de la maximización de beneficios, por encima de sus consecuencias para la producción local, el desarrollo rural sostenible, la soberanía alimentaria y la salud de las personas. Frente a ello, la economía solidaria promueve el impulso de circuitos cortos de comercialización, la organización de un consumo asociativo, crítico y transformador y el fomento de políticas (como la compra pública responsable) que favorezcan el consumo de productos locales y ecológicos.

Para sostener la producción en el territorio y crecer en el impacto del consumo colectivo de productos locales y ecológicos, están de actualidad los llamados “supermercados cooperativos”. En el Estado español podemos encontrar, con diferentes características, alrededor de 25 proyectos que agrupan a miles de personas comprometidas con la soberanía alimentaria, la sostenibilidad ecológica y el consumo saludable. Iniciativas que, por ejemplo y como no podía ser de otra manera, se sitúan críticamente en el actual debate sobre las macrogranjas, apostando por productos saludables y sostenibles.

Experiencias de largo recorrido como Landare en Pamplona o Bio Alai en Vitoria-Gasteiz y otras de más reciente creación como La Osa en Madrid o Som Alimentació en Valencia, que también vienen desarrollando un proceso de fortalecimiento y articulación sectorial en REAS Red de Redes.

Una economía solidaria y ecofeminista en crecimiento

Estas iniciativas, junto al despliegue de los mercados sociales, la promoción del emprendimiento social y cooperativo, el impulso del comercio justo, el desarrollo de herramientas de auditoría social o la construcción de una agenda alternativa de políticas públicas, demuestran no solo que la economía solidaria está de actualidad, sino que está en pleno crecimiento, tanto local como globalmente, agrupando a cada vez más sectores de la población y respondiendo de forma crítica, innovadora y creativa a las necesidades socioeconómicas que se van presentando.

Una economía solidaria también más ecofeminista, que procura incorporar en su visión, en sus prácticas y en su movimiento, el paradigma de la sostenibilidad de la vida y que promueve la construcción de organizaciones e iniciativas económicas más habitables y sostenibles. Una economía, en definitiva, al servicio de la vida y del bien común.

Carlos Askunze Elizaga. Fuente: Revista Noticias Obreras nº 1648 (marzo 2022, vía REAS Euskadi)

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