Los consumidores piden cada vez más conocer el impacto social y ambiental de los productos que adquieren, así lo reveló el informe El consumo sostenible en España 2022, realizado por el grupo ClicKoala en diciembre pasado. Desde el estallido de la pandemia de coronavirus, ha aumentado la preocupación por la salud y la responsabilidad social, en medio de un contexto de emergencia climática actual.

En este escenario, parece más importante que nunca diferenciar las empresas que impulsan estrategias de greenwashing y socialwashing –tácticas de marketing destinadas a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica y social–, de las que realmente tienen en cuenta el impacto ambiental y social a la hora de desarrollar sus productos. Fruto de esta necesidad, podría parecer positivo que en los últimos años haya aumentado el número de etiquetas que ayudan a categorizar a escala social y ambiental lo que consumimos. Sin embargo, como apunta el mismo estudio, se cree que el gran volumen de etiquetas en los productos nos alejan del objetivo y que, por el contrario, generan una sensación creciente de desinformación.

La Auditoría Social es una herramienta basada en principios de Economía Solidaria que apunta a la mejora interna de las empresas, y a la implementación de un sistema de transparencia de cara al consumidor.

Desde la Economía Solidaria llevamos años impulsando proyectos para medir en el impacto de nuestra labor. Uno de ellos es la Auditoría Social, una herramienta basada en nuestros principios que apunta a la mejora interna de las empresas, y a la implementación de un sistema de transparencia de cara al consumidor.

El Grupo de Trabajo de Auditoría Social de la Red de Economía Alternativa y Solidaria inició en 2014, con el fin de armonizar los sistemas de Balance y Auditoria Social en sus distintas sedes territoriales. Para tal fin, establecimos una serie de preguntas e indicadores comunes con respecto a la recolección de datos, la utilización de una misma herramienta informática (plataforma Enseña el corazón), la exposición de los resultados obtenidos por las organizaciones a través de mercadosocial.net, y la realización de análisis e informes conjuntos. A pesar del trabajo cooperativo, aún no existe un sello de Auditoría social a nivel estatal. Sin embargo, cada red territorial ha seguido su propio ritmo y ha trabajado en la implementación sellos propios en sus territorios.

Es el caso de la Red de Economía Solidaria de Cataluña (XES, por sus siglas en Catalán), que lleva años otorgando un sello a cada una de las entidades que supera su evaluación de Balance Social. Inicialmente, este sello estaba condicionado a los compromisos de mejora anuales de las organizaciones, pero en la actualidad se obtiene a través de un examen más completo de los principios de Economía Solidaria que son adaptables a cada organización.

El sello que otorgamos en la XES, se basa en criterios definidos en los distintos espacios de deliberación de la red. Por ejemplo, la escala salarial la evaluamos en función de la propuesta de ley de Economía Social y Solidaria (ESS) en Cataluña. En ese sentido, no valoramos positivamente a todo aquel ratio que quede por encima de 1/5. Además de este criterio, también utilizamos parámetros con base en las experiencias de años anteriores para, así, situarnos en la realidad de las organizaciones y evaluar a las entidades de forma más precisa. Esto provocó, por ejemplo, que en algunos indicadores, como los de participación en espacios de toma de decisiones, fijáramos umbrales de clasificación diferentes, según el sistema jurídico de las organizaciones.

La combinación de aspectos políticos y prácticos en nuestra evaluación nos permite brindar información precisa a la ciudadanía sobre el impacto social y ambiental de las organizaciones que examinamos.

Aunque a nivel nacional no seamos un sello como tal, el sistema de auditoría social de REAS es una de las certificaciones mejor valoradas por el grupo ClicKoala. De hecho, hemos empezado a reflexionar sobre la definición de un sello que afiance el reconocimiento de nuestra auditoria. Este año, la XV edición de Idearia – Encuentro de Economía Alternativa y Solidaria, será un momento ideal para avanzar en ese sentido y dar repuesta a las cuestiones que nos preocupan. Nos cuestionamos cómo crear un sello que, además de ser bien valorado por los expertos, tenga visibilidad e impacto entre la ciudadanía. Además, sobre si tiene sentido que desde la Economía Solidaria impulsemos otro sello, teniendo en cuento todos los que ya existen.

Guillem Subirachs Mancebo es miembro del equipo técnico de la Red de Economía Solidaria de Cataluña (Xes) y del Grupo de Trabajo de Auditoría Social de Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS).