Economía Solidaria

La opción del emprendimiento

Artículo de Blanca Crespo para Diagonal Andalucía Encuentro sobre emprendimiento dentro de la economia alternativa y solidaria de la mano de Reas y Sokio. Emprendimiento, proyectos, trabajo en red … Conceptos que nos llegan recurrentemente en prensa, carteles institucionales o conversaciones de colegas, cual mantras o fórmulas mágicas para escapar de “cómo está la cosa”. […]

15 abril 2014

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Artículo de Blanca Crespo para Diagonal Andalucía

Encuentro sobre emprendimiento dentro de la economia alternativa y solidaria de la mano de Reas y Sokio.

Emprendimiento, proyectos, trabajo en red ... Conceptos que nos llegan recurrentemente en prensa, carteles institucionales o conversaciones de colegas, cual mantras o fórmulas mágicas para escapar de “cómo está la cosa”. Pero contrariamente a como a veces se nos presenta, no todo el mundo puede ni sabe cómo llevar a cabo el “do it youself”. Desde la lógica de la economía solidaria, acompañamos el debate sobre emprendimiento del encuentro realizado por Sokio en colaboración con Reas, con la pretensión de encontrar claves útiles y pluridisciplinares y acompañarlos en este recorrido.

Partimos de la idea, el germen que, según Ismael Rojas, de la asesoría Autonomía Sur y la cooperativa de servicios financieros Coop57, es muy verde en la mayoría de los proyectos que piden asesoramiento jurídico o financiación, tanto en su plan de financiación como en la idea misma, y que por el contrario suele estar sobredimensionado. “Llegan las mentalidades empresariales clásicas, y de lo que se trata es de romper con esa idea y orientarles a la economía social y al emprendimiento colectivo”.

No resulta fácil trasladar a la práctica la cantidad de literatura sobre experiencias grupales que proliferan en las librerías. Según Antonio Moreno del equipo CRAC de educación para la participación, hay tres elementos fundamentales de cara a la puesta en marcha de una empresa de economía social. No sólo hay que saber de la actividad que se quiere realizar sino que, independientemente de que contratemos los servicios de una asesoría, debemos saber gestionar la propia entidad. Y, lo que resulta clave, debemos saber hacerlo con otras personas, porque “hay muchas ideas geniales para necesidades concretas y que cuentan con un discurso político impresionante y con un plan de viabilidad acertado, pero finalmente no arrancan porque sale el modelo capitalista, neoliberal y patriarcal en que estamos, donde nos falta entrenamiento en el aprendizaje de trabajo colaborativo”.

La cosa se enreda si abrimos la mirilla, si nos dimensionamos dentro de la multitud de redes en la que estamos inmersas, que nos potencian y apoyan por ejemplo económicamente, como en los avales sociales para créditos éticos o las campañas de financiación colectiva, pero que se nos presentan también como reto y conocimiento necesario. Para Samuel Barco, de la asociación para la colaboración y el aprendizaje económico y medioambiental Sokio, se multiplica esta necesidad de “saber hacer”, no sólo en el seno de nuestra organización, sino en las redes informales en que también nos insertamos, y que nos garantizan entre otros el cuidado. Y sigue la maraña y la importancia de atender nuestra relación con las personas proveedoras (proveedoras en sentido estricto, clientes…), que sin ser parte directa de nuestra entidad son absolutamente fundamentales para nuestra actividad, y con el resto de entidades de nuestro sector; competidores en el lenguaje capitalista y cooperadores para la economía social.

Reflexiones que han apuntado al centro de la diana del emprendimiento, o así parece vivirse en el caso de Ehcofab, laboratorio de fabricación digital y, según José Laulhé, uno de sus miembros, una “institución monstruo” donde confluyen una cooperativa que se entrelaza con una S.L en el marco de una asociación. Engendro jurídico que les ha absorbido energía y relaciones en su constitución, y cuya gestión sigue siendo compleja, especialmente al concebirse como “experiencia piloto a conciencia, taller de experiencias digitales abierto hacia el barrio, donde lo se busca es que cada vez más gente participe y se contamine del espacio”.

Las reflexiones siguen entre participantes: La Ortiga, Tramallol, Garapa,..., proyectos y también particulares con trayectorias y lógicas comunes. Estructuras productivas hechas a medida con el tiempo, que se definen por el desinterés en el lucro personal y cuya participación, aún complicada, se fomenta y comparte como experiencia de enriquecimiento personal. Caminos de precariedad pero con la vida por bandera, ensayos desde la heterogeneidad y la falta de definición a veces, pero siempre desde el orgullo y la confianza que da la vieja máxima de que “solas no podemos pero con amigas sí”.

Ni posible ni deseable cerrar este debate. Quede para quien quiera la complementación del streaming de esta charla y la inmensidad de encuentros posible en redes y plazas…

 

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