El pasado 6 de febrero se produjo la primera comparecencia parlamentaria del nuevo responsable del Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Juan María Aburto.

De dicha comparecencia podemos destacar algunas referencias de interés:

“Hay un aspecto al que debemos prestar, a nuestro juicio, especial atención en estos momentos. Ni es nuevo ni nos sorprende, porque es parte de nuestra tradición, de nuestra historia, de nuestro ser. Son las empresas de economía social. Pese al entorno de dificultad y no sin sacrificios, las empresas de economía social, el movimiento cooperativo y las sociedades anónimas laborales están demostrando una gran capacidad para adecuarse a la situación, igual que las propias empresas de inserción. Están manteniendo en datos globales la actividad y el empleo, lo que las convierte en un referente indispensable para todos.

Desde nuestro ámbito de competencia intentaremos fomentar el sector cooperativo, y de las demás entidades de economía social del País Vasco, en un afán por crear y mantener empleo digno, apoyando el desarrollo local y fomentando otro modelo económico donde las personas son las grandes protagonistas y asumen responsabilidades que van más allá, creando modelos de empresa más flexibles, que han demostrado perdurar en el tiempo y atravesar situaciones económicas adversas con mayor facilidad.

En este sentido, apoyaremos el desarrollo de la responsabilidad social empresarial. Siendo la participación de los trabajadores en las empresas un eje fundamental.”

En el ámbito de la inclusión activa señaló, entre otros, la elaboración de “planes de prospección laboral, a través de la relación directa del tejido empresarial con el tercer sector” y el apoyo a “la iniciativa emprendedora de las personas en desventaja social, mediante el acceso al crédito y al microcrédito, desde el desarrollo de la economía social en sectores emergentes.”

Además, atendiendo a las dificultades a las que los jóvenes se están enfrentando apuntó que contemplan con gran interés “la posibilidad de facilitar la creación de cooperativas junior, algo intermedio entre las de trabajo asociado y las de enseñanza, para que los alumnos puedan crear cooperativas reales, es decir, con facturación, con tributación, para que se conviertan en el futuro en cooperativas de trabajo asociado, algo directamente ligado a la universidad.”

Entre las actuaciones respecto a Lanbide: a medio plazo “consolidar las relaciones de Lanbide con todos los agentes que intervienen en las políticas de empleo y a largo plazo “establecer sistemas de colaboración de Lanbide con otros agentes que puedan ayudar en el desempeño de su labor con agencias de desarrollo local, con ayuntamientos, con universidades, con entidades del tercer sector, con clusters.”

En lo referente a los servicios sociales apuntó a que “entendemos desde el departamento, la contribución del tercer sector en la configuración de los servicios sociales en nuestra comunidad ha sido históricamente decisiva. Ellos estaban ya cuando las administraciones públicas empezaban a dar sus primeros pasos. No deben ser considerados, por tanto, solo como unos provisores de servicios, sino como lo que en realidad son: unos agentes de transformación social que contribuyen de una manera decisiva a amalgamar y a cohesionar nuestra sociedad.

Hemos creído siempre, y ahora también, en su importancia, en la singularidad de su presencia. Por eso creemos que hay que hablar con ellos en un diálogo institucionalizado en una mesa de diálogo civil.

A este respecto, nos gustaría proponer la elaboración en esta legislatura de una ley sobre el tercer sector, una ley que diera valor a todas esas entidades que prestan servicios a la ciudadanía y que regulara su marco de relación con la Administración.”