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«En ocasiones…voy a FERIAS”. Ferias y Mercado de Economía Solidaria: un nuevo espacio para la autogestión social

Por Nuria Del Río Paracolls De niña, acompañaba a mi madre, presidenta del Ampa de mi colegio, a la Escuela de Verano que se celebraba cada año en el campus de la Autónoma en Cantoblanco (Madrid). Como a mí no me estaba permitido entrar en los talleres de “Renovación pedagógica”, me entretenía enredando en los puestos […]

10 abril 2013

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Por Nuria Del Río Paracolls

De niña, acompañaba a mi madre, presidenta del Ampa de mi colegio, a la Escuela de Verano que se celebraba cada año en el campus de la Autónoma en Cantoblanco (Madrid). Como a mí no me estaba permitido entrar en los talleres de “Renovación pedagógica”, me entretenía enredando en los puestos donde se vendían todo tipo de materiales de innovación, publicaciones, juguetes educativos, experimentos, marionetas. Al principio miraba, luego preguntaba y al final me ofrecía, entusiasta, a ayudar. Una secuencia tan sencilla, pero mil veces repetida por mí y por todos y todas los que se acercan, incluso ahora, a algo que realmente despierta su interés.

Es lo que tiene el contacto directo con el público, no hay mejor manera de abrirse a las dudas, de aprender de ellas, de que la gente aprenda de la honestidad de quien ofrece su propuesta a “tenderete descubierto”.

Eso es lo que pude comprobar de nuevo en 1998 en L’ille, durante la primera Feria internacional de Finanzas Solidarias. Para las pocas personas que llegamos desde la península, fue un festín de descubrimientos, un universo entero de iniciativas que ya funcionaban por todo el planeta desafiando lo que se dictaba desde las grandes facultades de economía. Allí reunidos y al alcance de la mano. En uno de los talleres descubrí a Pat Conaty, (del Ashton Reinvestment Trust y de la New Economics Fundation) una de las mentes más preclaras de las finanzas aplicadas al desarrollo comunitario, y a Francesco Bicciato, uno de los 8 magníficos que fue recorriendo Italia en la etapa en que la Cooperativa Banca Popolare Ética, aun solo era, “Assoziacione verso la Banca Ética”, para conectar a todas las gentes interesadas en constituir la futura cooperativa financiera.

Es lo que tiene el formato Feria, frente a otros formatos, que se reúnen en un solo espacio y tiempo, todos y todas los que son y están, promoviendo la transformación social a través de lo económico. 

La primera vez que entré en Biocultura, en el recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid, solo ocupaba el pabellón de la Pipa, uno de los más pequeños. A mí sin embargo, me pareció como entrar en el museo de la ciencia, había productos agrícolas sanísimos, inventos de salud para depurar aguas, todo tipo de propuestas rurales y futuristas al mismo tiempo, y una gente genial, llena de vida y de entusiasmo por reunirse y mostrar otra forma de vivir y consumir. Lo que se podía comer, estaba riquísimo, lo que solo se podía mirar –por caro- era bellísimo y lo que aun me costaba entender –por pionero- era interesantísimo. 

Normalmente, tanto los expositores como los visitantes, se interesan por la innovación. Unas y otros, buscan estar “a la ultima”, conocer el “no va más”. En Economía Solidaria, en Finanzas Alternativas, en Consumo Responsable, en Mercado Social, no importa solo la innovación, importa sobre todo la integración. Cómo se tienen en cuenta todos los criterios, para poner límites al crecimiento exponencial y a la innovación que no mide sus consecuencias.

A lo largo de toda una vida, ahora que hago recuento, he tenido la suerte de acudir muchas ferias. Y de ellas he sacado muchas cosas: he disfrutado, me he sentido parte de algo más grande que yo como proveedora, y he visto como 10 puestos se convertían en 100 y luego en el doble. Lo importante no es el número, es la consolidación, es el sentimiento de REALIDAD que se genera en los ojos de quien acude. La certeza de que como dicen en las redes de Economía Solidaria brasileña: «uma outra economia acontece«.

A finales de Octubre de 2012, en Barcelona, promovida por la Xarxa de Economia Solidaria, se celebró la Fira de Economía Solidaria (http://www.firaesc.org/). Esta vez, como aquel verano, no llegué con una misión concreta. Fui por acompañar a mis amigos organizadores, por engrosar las cifras de tránsito del evento, por apoyar, por disfrutar, curiosear… La antigua fábrica parecía haber sido construida, tal vez dos siglos antes, con su estilo industrialista, para acoger en su segunda vida útil, aquella concentración de lo mejor de la Economía Social y Solidaria catalana.  Estaban todos y todas, juntos, revueltos, pero en filas ordenadas, mezclados los que tienen cifras de negocio gigantes, con las iniciativas humildes, que sobreviven como pueden, los que tienen más de 30 años de historia, con los que llegaron el año pasado… Todo en el ambiente gritaba “lo hicimos”, “tots y totes plegats ho hem fet”(1) Y solo por haber tenido el empuje de viajar hasta allá para contemplarlo, sentí que pertenecía.

El 1 y 2 de Junio, se celebrará La Feria (primera Feria de Economía Solidaria de Madrid) promovida por REAS y el MES de Madrid. Un puñado creciente de soñadoras y cabezotas, que va contagiando todo lo que toca, le está poniendo suelo y estructura al sueño. El fin de semana siguiente, se celebrará en Zaragoza la IV Feria promovida por REAS y Mercado Social de Aragón. Los maños, como todo el mundo sabe, primero actúan y luego presumen. Así aprenden más rápido que nadie e iluminan al resto, como un Faro “al estilo adoquín”. Y más adelante, en otoño, llegará la segunda edición en Cataluña. Y así sucesivamente.

Esto es solo el principio, pues el tiempo ha llegado en que consumidores y consumidoras cuyo lema podríamos resumir en “transfórmalo con mi dinero”, empiecen a participar cada vez más en este tipo de iniciativas y deventecegan “transformemos esto en común, con nuestro dinero y nuestra experiencia”. También ha llegado la hora de que quienes proveen de bienes y servicios, lo hagan de forma organizada en torno a criterios y valores de Economía Solidaria, de Sostenibilidad social y ambiental, de autogestión, de participación y de alegría compartida por cada pequeño logro. 

¿Qué mejor lugar para darse cita y empezar a conocer, a enredarse, a degustar, a celebrarse, que una Feria de Economía Solidaria, con un Mercado Social como expresión práctica y concreta? Ojala reencuentre en cada una, ese ambiente de “actividad apetecible” que cuando niña veía en los ojos de mi madre al dirigirse a la Escuela de Verano. La Feria de 2013 es el “laboratorio de participación ciudadana” para el 2020 y mas allá.

Si no puedes esperar a Junio y quieres sorprenderte con todo lo que ya está funcionando, mantente informado/a: www.konsumoresponsable.coopwww.economiasolidaria.org

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