Feminismos

Una escuela para la justicia económica, ecológica, digital y de género

Bajo el título ‘Mercantilización y financiarización de la vida: Alternativas y resistencias desde la Economía Feminista y Solidaria’ ha tenido lugar la Escuela de Economía Feminista y Solidaria la semana del 18 al 22 de octubre. Esta crónica recorre sus principales hitos.

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Un detalle de la escuela celebrada de manera presencial en 2018. / Foto: Gala Abramovich

La economía feminista, social y solidaria recoge claves para construir un proyecto de sociedad más justo, sin violencias ni discriminaciones, recuperando la importancia de los cuerpos y los cuidados de todes. En este marco, surge un proceso de trabajo colaborativo que fuimos tejiendo en el Foro de Economías Transformadoras, y en donde vimos la necesidad de proyectar esta escuela. Así fue que coorganizamos esta edición entre la Red de Feministas del Sur Global DAWN, el Observatorio del Cambio Rural, y REAS Red de Redes. Con más de ocho meses de preparación, nos acompañaron docentes de colectivas feministas, organizaciones y empresas que forman parte del tejido de economía solidaria de sectores de la agroecología, de las energías renovables y de las finanzas éticas, centros de investigación, redes de educación popular y redes feministas internacionales de México, Uruguay, Ecuador, Estado español y Argentina.

Este año la edición de la escuela fue virtual, recorriendo encuentros sincrónicos que comenzaban a las 8 de la mañana en México y a las 15 de la tarde en el Estado español. En cada jornada fuimos elaborando una caja de herramientas para comprender las problemáticas atadas a la financiarización y mercantilización de la vida. También nos dimos tiempo para dialogar sobre alternativas -construidas y en debate- que sitúan la vida en el centro. Y en este sentido lanzamos preguntas a las personas participantes: ¿Cómo se encuentran las prácticas de economía solidaria con la agroecología, las finanzas éticas, las apuestas por la soberanía energética?, ¿Cómo asignamos valor a otras formas de organizar la economía que no pasan exclusivamente por lo monetario?, ¿Cómo construimos soberanía alimentaria en escenarios disputados por el agronegocio?, ¿Cómo se construye soberanía energética frente al avance de las corporaciones privadas en el sector de las energías renovables?, ¿pueden ser las finanzas éticas un engranaje para las economías transformadoras?

La escuela comenzó con las palabras de bienvenida de dos pioneras en estos temas. Por un lado, Marian Diez, consejera de feminismos en REAS Red de Redes, recalcó “la importancia de construir entre todas otra economía que sea alternativa a la actual” ya que “la economía solo será solidaria si es feminista”, tal y como se viene afirmando desde REAS. En esta línea, Diez defendió “que la economía tiene que poner la vida en el centro, y esto significa que para nosotras el cuidado de las personas, el cuidado de las comunidades locales, el cuidado de nuestro territorio natural como ser vivo es algo esencial”. Los análisis y propuestas que implican estas premisas no han hecho sino reafirmarse ante la crisis actual, “de ahí nuestra voluntad y nuestro interés por generar espacios de aprendizaje como esta escuela”.

Por otro lado, Celita Eccher, desde la red DAWN, recuperó los hilos que conectan la historia de la educación popular feminista con la escuela de economía feminista, recuperando la construcción de saberes, la importancia del cuerpo y los afectos en los espacios de aprendizaje. A partir de recuperar las figuras pioneras en la economía feminista, rescató la importancia de formarnos en temas económicos. A través de imágenes proyectadas en las pantallas de los ordenadores, pudimos ver ese camino colectivo de activismo y formación política que venimos haciendo en foros sociales mundiales, foros temáticos, cumbres de los pueblos. Y con el advenimiento del confinamiento en 2020 también tuvimos que repensar el formato de nuestros espacios de formación. Frente a estos desafíos, Eccher cerró su intervención diciendo: “Vino la pandemia y seguimos aprendiendo y construyendo contra-hegemonía, lenta pero segura, irreversible y revolucionaria”.

En la escuela, que ha estado dividida en tres ejes -la agroecología, las energías renovables y las finanzas éticas y solidarias-, han participado como alumnas más de 280 personas, de 25 países de procedencia, a lo largo de las cuatro sesiones online y 380 personas han visualizado la sesión grabada del día 19 de octubre y 22 personas integraron el equipo docente de esta edición virtual 2021. Los vídeos de las 5 sesiones han recibido más de 1.300 visualizaciones hasta el momento.

¿Qué hemos aprendido?

Cada sesión ha tratado de hilvanar los conceptos que permitan comprender de manera crítica la embestida del capitalismo financiero en nuestras vidas, cuerpos y territorios. La primera sesión, ‘La finanzas en nuestras vidas’, profundizó en cómo la mercantilización y la financiarización dominan las formas capitalistas actuales. El equipo docente de Economía Política de la globalización de DAWN explicó cómo la financiarización se expande a elementos y derechos básicos para la vida, tales como la alimentación, el tratamiento de aguas, la energía y los servicios básicos, entre otros.

Por otro lado, se abordó la expansión de billeteras electrónicas en la vida en pandemia y se trató de descomponer los ecosistemas financieros electrónicos hegemónicos y el avance conjunto de las finanzas y la tecnología a través de las fintech. También se analizó el avance del comercio electrónico y el retroceso de los derechos laborales. ¿Qué espacio encuentran las economías solidarias en estas dinámicas financieras hegemónicas?

Otra de las preguntas lanzadas fue ¿de dónde vienen los alimentos que comemos? Por ello, se reconstruyó la relación directa entre el orden agroalimentario neoliberal global y el complejo agroindustrial (que en el Cono Sur se llama “agronegocio”) como expresión de este proceso de mercantilización y financiarización, asociado a desposesión de los medios de vida. De la mano del OCARU-IEE, se hizo un recorrido por las dinámicas de comercialización de los cultivos, de las formas de acaparamiento de tierras yd el endeudamiento del campesinado a partir del mapeo que realizó el equipo docente. En la sesión de diálogos se conocieron las formas de resistencia y de lucha que se construyen desde los diferentes territorios y se profundizó en las diferentes alternativas y opciones construidas desde la economía solidaria y feminista.

“Para nosotras es central pensar cómo los feminismos son una posibilidad para construir una politización de la vida, es decir, frente a la crisis de la gran política que nos propone la discusión del poder en términos de ‘gestión de gobierno’, para nosotras es importante situar la discusión de la política en la vida cotidiana, por eso los feminismos son un aporte para la discusión en la construcción de alternativas territoriales y situadas y apuestan en la organización de la vida, de cómo gestionar el poder, la decisiones de cómo producir, qué producir”, compartía Alejandra Santillana Ortiz en la sesión de agroecología y cuidados.

En el eje de ‘la energía como derecho’ se desmontó la narrativa que ubica a los temas de energías renovables como ámbitos de “especialistas” y se trató de comprender los modos en que la pobreza energética afecta a todas e impacta en el acceso a servicios básicos y esenciales. Se presentaron claves que permitan pensar la transición energética en clave popular, feminista y solidaria y se conocieron las experiencias de resistencia de la Comunidad Unión Hidalgo en México frente a la instalación de parques eólicos, así como las experiencias de autoconsumo compartido y las comunidades energéticas contadas de la mano de La Corriente y Astuenerxía de Unión Renovables.

La escuela tuvo su jornada de balance el 22 octubre, el mismo día de Acción Global por la Cancelación de la Deuda. Ese día se unieron múltiples acciones bajo la consigna ‘No hay justicia climática sin justicia de deuda’ en clara denuncia de cómo la emergencia climática está alimentando la acumulación de deuda en países del sur global. Las compañeras de la Plataforma Finantzaz Haratago, RedEFES, FETS, Fundación Finanzas Éticas, La Base y la Mesa de Finanzas Éticas analizaron las finanzas con gafas violetas.

Retos para el futuro

La experiencia de construir una escuela en los territorios es parte de los desafíos para el futuro, desde las cooperativas en Asturias hasta las organizaciones campesino-indígenas en Ecuador, tejiendo redes de cuidados y compartiendo saberes. Además, para próximas ediciones se plantearon nuevas temáticas ligadas a sectores básicos como la vivienda, se apostó por profundizar las implicancias entre pobreza energética, la pobreza de tiempo y la organización de los cuidados, así como abordar las condiciones laborales en los sectores estratégicos analizados en la edición este año. También se quiere trabajar en los impactos de las formas de producción, de consumo y de comercialización en el contexto global actual y el rol de las plataformas digitales cooperativas.

Por otro lado, durante la escuela se conectaron compañeras desde zonas rurales y localidades donde el acceso a la conectividad no es nada fácil, por tanto la pregunta es: ¿Cómo profundizar nuestros activismos frente a las brechas digitales? Y, en relación a las plataformas digitales educativas, ¿cómo podemos popularizar y extender herramientas de acceso y conexión que permitan ser utilizadas por las organizaciones en distintos puntos? También quedó claro que la escuela es un espacio de formación para activistas y en ese sentido las preguntas que surgieron fueron: ¿Qué nuevos foros y espacios de solidaridad internacional nos encontrarán el próximo año?, ¿Cómo seguimos tejiendo la agenda feminista con la agenda de la economía solidaria?

Todos los aprendizajes e intercambios de la escuela son contribuciones para seguir construyendo economías para la vida. Estos encuentros permiten seguir tejiendo estas luchas internacionalistas por justicia económica, ecológica, digital y de género. Esta edición termina pero los planes de la escuela siguen. Para quienes quieran volver a ver los materiales y replicarlos en otros espacios de educación popular, las sesiones se transformarán en videos, podcast y documentos de apoyo para continuar los aprendizajes. Todo eso y mucho más estará colgado en la página de la escuela.

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