Consumo Responsable

No hay rebajas en la solidaridad

El comercio que hace justicia con la desigualdad cuenta con cinco tiendas especializadas en Navarra; todas ellas funcionan con personal voluntario y ofertan una amplia gama de productos. No hay descuentos. Porque los derechos humanos tienen un precio. HASTA el sexo puede ser sostenible. Los alemanes han producido un preservativo de látex natural a partir […]

23 enero 2011

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El comercio que hace justicia con la desigualdad cuenta con cinco tiendas especializadas en Navarra; todas ellas funcionan con personal voluntario y ofertan una amplia gama de productos. No hay descuentos. Porque los derechos humanos tienen un precio.

HASTA el sexo puede ser sostenible. Los alemanes han producido un preservativo de látex natural a partir de caucho natural que se extrae de la corteza de la Hevea brasilinensis; son los primeros preservativos «justos» en el mercado estatal.

El látex de este producto proviene de plantaciones certificadas FSC (Forest Stewartship Council- bosques de tala responsable) gestionadas por comunidades de Sri Lanka e India que trabajan bajo los criterios del comercio justo. Un mercado alternativo que suma productos ya es más que azúcar, café y chocolate. En la variedad está el buen gusto, la calidad y, sobre todo, el compromiso. «No rebajamos la solidaridad» es el lema que recibe al cliente en la tienda de Setem en la calle Erletokieta 7 de Pamplona, uno de los cinco puntos de venta especializados en CJ. «Los derechos humanos y laborales no tienen descuento», asegura José Luis Mariñelarena, uno de los 20 voluntarios.

El perfil de consumidor: principalmente ama de casa que incorpora a su cesta de la compra un producto concreto, aunque «cada vez hay más gente sensibilizada que hace una compra más grande, que incluye macarrones, mermeladas, galletas…». «Falta sensibilización, llevamos años de retraso con Europa porque aquí se sigue viendo como ayuda a proyectos de cooperación y no como un hábito de consumo. Además, si comparamos con la calidad no es precio, tanto el café natural, el azúcar o el chocolate puro, proceden de cultivos selectos», reconoce.

«El poder del consumidor debe ser cada día y mucha gente no es consciente de ello; de cómo se puede cambiar el nivel de pobreza de mucha gente. Incluso cuando no acudes a tu comercio de barrio del que depende una familia», agrega. Comercio justo significa salarios justos y poder vivir de un trabajo «sin enriquecerse, que no abandonen sus cultivos tradicionales los pequeños agricultores a través de cooperativas, y que su comunidad se beneficie de ello». Setem ha realizado una campa de ropa limpia en la que critica las condiciones laborales en las que producen las grandes marcas.

Desde OCSI, Eneko Palomo, uno de los doce voluntarios de la organización, reconoce que la mayor razón para comprar en comercio justo es saber «con quién colaboras económicamente, no con empresas que buscan beneficio puro y duro sino cooperativas y asociaciones que trabajan con productos artesanos, en este caso principalmente de América Latina.

Jordi Serena, responsable de Fundación ADSIS Equimercado, reconoce que este año las ventas han aumentado un 20% pese a la crisis. Los productos se conocen cada vez más «y la calidad engancha», admite. El almacén de Ansoáin distribuye a pequeñas tiendas de productos ecológicos y solidarios, así como herbolarios de todo el país. Disponen de venta directa y una tienda online con reparto gratis a partir de 60 euros de pedido. «La gente es más exigente, busca calidad y solidaridad».

Fotos:
Iban Aguinaga, Mikel Sainz, Javier Bergasa

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