Economía Solidaria

Colombia quiere impulsar el crédito colectivo

Entre los planes del gobierno de Gustavo Petro para el sector solidario, el gran reto es “impulsar mucho más el crédito colectivo y la asociatividad”. Además, se prevé la creación de una cooperativa de ahorro y crédito nacional para tenderos y comerciantes. Lo explica la superintendente colombiana de la Economía Solidaria, María José Navarro en una entrevista con La Nación

10 abril 2024

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“La propuesta que está sobre la mesa es la creación de una cooperativa de ahorro y crédito nacional para tenderos y comerciantes, lo que les permitiría tener una red de colocación de crédito”. Así lo revela la superintendente de la Economía Solidaria, María José Navarro, en conversación con LA NACIÓN. Sobre este y otros temas, aquí está el diálogo de la funcionaria con el periódico.

¿Qué importancia tiene el Huila para la Superintendencia de la Economía Solidaria?

Después de Santander y Antioquia, el Huila tiene una gran fortaleza en materia de asociatividad y cooperativismo. Hay alrededor de 90 empresas solidarias y más de 400 mil personas son asociados de cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales. Para nosotros es muy estratégico el departamento, para todos nuestros planes y nuestras líneas de acción, en especial, la implementación de la supervisión preventiva dirigida a las cooperativas más pequeñas. Nosotros hemos entendido que el sector solidario necesita más visibilización, más articulación, más acompañamiento. El objetivo es que desde la supervisión fortalecer las capacidades de las cooperativas más débiles.

¿Qué es la economía solidaria?

La economía solidaria nace como una alternativa a los sectores económicos con ánimo de lucro. Es una economía sin ánimo de lucro, pero que plantea beneficios a sus asociados y asociadas. Son empresas sin ánimo de lucro que buscan el beneficio común de sus asociados. Esa es la economía solidaria, es una alternativa. Aquí no hay utilidades, hay es excedentes, los cuales se reinvierten en beneficios para asociados y asociadas. Aquí no hay un único dueño de la empresa sino que todos los asociados son dueños de la empresa solidaria. Lo asociativo es lo importante aquí porque hay consejo directivos y un gerente, que se eligen a través de mecanismos democráticos.

¿Cuál es la radiografía hoy del sector solidario?

Tenemos 7 millones de asociados y asociadas al sector. Eso no es poco. Es un sector poco invisible, pero tiene el 4% del PIB, que si lo ponemos en una radiografía general, tiene más porcentaje del PIB que lo que se invierte en ciencia y tecnología en el país, y tiene a una de cada 4 personas ocupadas. En el Huila, hay más de 400 mil personas asociadas a este sector, muchas de ellas vinculadas al renglón cafetero. Esto también nos plantea la diversidad de sectores que hacen parte de la economía solidaria. Si hablamos de créditos, la infraestructura del sector es muy amplia; el sector solidario está llegando a municipios en donde el Banco Agrario no llega; hay 41 municipios en todo el país en donde el único intermediario financiero es una cooperativa de ahorro y crédito. Desde la Superintendencia de Economía Solidaridad, buscamos siempre proteger el ahorro de la gente, pero al mismo tiempo buscamos visibilizar el sector.

El propósito del gobierno de Gustavo Petro es unir la economía solidaria con la economía popular, ¿cómo hacerlo realidad en los municipios del Huila?

En la práctica ya hay una articulación de la economía popular con la economía solidaria. Ya podríamos decir que dentro de todo ese horizonte de lo que es la economía solidaria, hay un gran porcentaje de economía popular. Hay que mencionar que la economía popular no es solamente el sector informal, ya que hay una parte del sector formal que es economía popular y los cuales son los pequeños productores, las pequeñas cooperativas, las cooperativas agrícolas, entre otros. Dentro de la Superintendencia, estamos buscando impulsar clústeres de sectores. Por ejemplo, en el Huila tenemos 6 cooperativas de ahorro y crédito y generar cómo estas están articuladas con las cooperativas del sector real, con las cooperativas agrícolas, con las cooperativas de servicios. Nos hace falta poner un poco más de solidaridad en el sector solidario y empezar a impulsar desde la institucionalidad esos espacios de encuentro en los que podamos articular más el sector. La propuesta que está sobre la mesa es la creación de una cooperativa de ahorro y crédito nacional para tenderos y comerciantes, lo que les permitiría tener una red de colocación de crédito. El gobierno ha hecho un esfuerzo enorme en materia de crédito popular, pero necesitamos impulsar mucho más el crédito colectivo y la asociatividad. La economía popular también es asociatividad.

El Huila es una región inmensamente cafetera, ¿qué planea el gobierno con las cooperativas cafeteras?

Son varios temas. Hay un tema muy importante de financiación, es decir, líneas de créditos especiales para el sector cafetero. Yo sé que hay una demanda de los cafeteros del país hacia el gobierno nacional en materia de subsidios, seguros de cosechas, créditos y demás, y a través del Banco Agrario, Finagro y el Ministerio de Agricultura se está haciendo un esfuerzo en materia de financiación y de crédito productivo; el 3 y 4 de abril vamos a estar en Bogotá con el Ministerio de Agricultura en la gran asamblea nacional cafetera para recuperar el sector cooperativo cafetero. Esperamos que de esta gran asamblea surjan acciones concretas para el sector no solamente en términos de financiación, sino en implementación del Conpes de reindustrialización, que habla de la diversificación de la matriz productiva del país. La estabilidad del cafetero parte un poco de poder diversificar su producción y no depender exclusivamente del momento de la cosecha cafetera. Seguimos vendiendo mayoritariamente grano de café verde y allí la política de reindustrialización habla de la generación de valor agregado. Y el Huila está haciendo un esfuerzo enorme en ese sentido.

Pero, ¿van a tener en cuenta a la Federación Nacional de Cafeteros y a los comités cafeteros municipales?

Tienen que estar porque además la Federación Nacional de Cafeteros es la administradora del Fondo Nacional del Café. Y el Fondo Nacional de Café representa recursos públicos. Aquí hay una gran responsabilidad de la Federación Nacional de Cafeteros que si bien es una entidad privada, maneja dineros públicos, los cuales deben verse reflejados en sus proyectos, en la asistencia técnica, en la renovación de cafetales, pero también en la generación de capacidades para que el pequeño caficultor pueda bajar los altos costos de producción y generar valor agregado. Yo creo que hay que meterle otros componentes a lo que ha venido sucediendo con el café históricamente: producimos café, pero resulta que ya hay una sobreoferta de café en el mundo. No podemos seguir dependiendo de los precios internacionales del café y allí el llamado es que todos podamos hacer un esfuerzo, incluida la Federación Nacional de Cafeteros, para que resolvamos las demandas del sector.

Volviendo al tema del propósito de una gran cooperativa nacional, ¿es posible?

Eso depende de la articulación de la mesa nacional de tenderos y comerciantes. Desde la Superintendencia de Economía Solidaria, no fomentamos, pero sí supervisamos. Nosotros daríamos la autorización para que eso suceda. Sin embargo, no es un proceso que se pueda plantear de un día para otro. Hay que hacer proyecciones financieras y estudios de capacidades porque estamos hablando del ahorro de la gente y de la colocación de créditos, algo que no es fácil. Estamos dispuestos a acompañar este propósito. A mi modo de ver, lo más importante es la base social y la infraestructura para poner en marcha esta cooperativa nacional de ahorro y crédito para comerciantes y tenderos.

Desde el plano de supervisión que cumple la SuperSolidaria, ¿cómo están las cooperativas? ¿Qué tan seguros están los ahorros de los asociados?

Alrededor del sector solidario, hay una red de seguridad, que no es solamente la Superintendencia de Economía Solidaria, sino un Fondo de Garantías de Entidades Cooperativas, Fogacoop. Trabajamos en articulación para proteger la plata de la gente. Hay una superintendencia que vigila a estas cooperativas, en total 172, 6 de estas en el departamento del Huila. Eso por un lado. Por otro lado, el sector cooperativo, a pesar de todas las crisis, se mantiene sólido, debido a la fortaleza de su base social. Sin embargo, por pospandemia y las tasas de interés están afectando el margen de intermediación y la cartera. Pero, no es un tema exclusivamente del sector cooperativo; el sector financiero tradicional también está con este tipo de problemas.

A finales de la década de los 90 hubo varias cooperativas de ahorro y crédito que cerraron por la crisis económica mundial del momento, ¿hay cooperativas que estén hoy en riesgo de cesar operaciones frente a la actual coyuntura económica que vive el país?

No. Nosotros estamos monitoreando permanentemente. Creamos de manera reciente el grupo de analítica de datos con el fin de articular las superintendencias delegadas al interior de la Superintendencia de Economía Solidaria para generar alertas que nos permitan prevenir y no llegar demasiado tarde. Estamos trabajando en planes de recuperación, medidas de vigilancia especial, en estar más cerca de las cooperativas. Precisamente, a partir de la crisis de los años 90, nace la Superintendencia de Economía Solidaria como un mecanismo para proteger los ahorros de los asociados y asociadas. Con todo esto, hay dos temas que sí hay que fortalecer con las cooperativas y con el gobierno: uno, el tema tecnológico. Hay que reconocer que de las 172 cooperativas, 122 son pequeñas y rurales y necesitan más fortaleza en términos de tecnología. Hay 8 cooperativas muy grandes, pero hay 122 a las que hay que impulsar. Eso nos preocupa. Y dos, la vinculación de jóvenes es necesaria para renovar la base social y garantizar que el sector sea sostenible en el tiempo. Muy pronto va a salir un estudio que habla cómo la participación de los jóvenes ha pasado en 2016 de un 26% a un 14% en 2023, debido de alguna manera al rezago tecnológico del sector. Estamos, así mismo, poniéndole la lupa a todas las cooperativas en temas de buen gobierno y gobierno corporativo.

Foto: Confecoop.

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