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Economía solidaria, solución para que la riqueza se distribuya de manera justa

José Luis Gutiérrez Lozano, coordinador en Aguascalientes del Foro Social Mundial, y también coordinador de la mesa denominada Economía Solidaria, sostuvo en entrevista para La Jornada Aguascalientes que este esquema que se propone “agrega valor a la propiedad común, y por ende se incrementa la riqueza de todos los individuos que participan en ella. El […]

31 enero 2009

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José Luis Gutiérrez Lozano, coordinador en Aguascalientes del Foro Social Mundial, y también coordinador de la mesa denominada Economía Solidaria, sostuvo en entrevista para La Jornada Aguascalientes que este esquema que se propone “agrega valor a la propiedad común, y por ende se incrementa la riqueza de todos los individuos que participan en ella. El sistema económico actual está agotado, y más pronto de lo que nos imaginamos habrá de caer, por lo que es ya urgente considerar medidas alternativas”.

Explicó que “la economía solidaria tiene una enorme diferencia con respecto a la economía que actualmente conocemos, y es necesario marcar esas diferencias. En lugar de ser una tendencia que enriquece a unos pocos, procura que el beneficio económico sea para todos los involucrados en el sistema, y es por eso que se le llama economía solidaria, para marcar esa diferencia”.

“El beneficio máximo es cuando todos salen beneficiados, y eso es el principio fundamental de la teoría del intercambio económico, en donde yo, como individuo, maximizo la utilidad, desde el punto de vista del bienestar humano, más que de utilidad monetaria, en la medida de que puedo obtener de los demás lo que me pueden dar, en la misma medida en la que yo puedo dar a los demás lo que necesitan, y esto es solidaridad en el más amplio de los sentidos. Tiene su origen ideológico en las reflexiones de la economía, pues surgen desde la teoría de la liberación. Autores de visión cristiana sostienen que las cosas no pueden seguir como ahora están, sobre todo en el aspecto de que el poder económico está en manos de muy pocos, y este mismo principio, que también es cuestionado por el marxismo, evoluciona mucho más allá de la ostentación de la propiedad. Es entonces que el Foro Social Mundial es un espacio ideal para promover el cambio que es ya urgente, y no estamos hablando de cuestionar la posesión de los bienes, sino el usufructo de esos bienes, que es el que debe ser distribuido a la gente”, manifestó.

Agregó que la economía actual aún sigue basada en conocimientos ancestrales y que en muy poco han evolucionado “lo cual dio origen a la acumulación de la riqueza que ahora vemos como un auténtico agravio, y es uno de los primeros puntos que la economía solidaria busca reestructurar, comenzando por la tierra. Otro aspecto que es necesario incorporar es el del elemento de control, que se llama dinero. En un principio, el dinero es un elemento público de cambio. Este medio debe ser público porque nadie tiene derecho a controlar algo que nos sirve a todos para intercambiar, pero esto se comenzó a permitir a partir del siglo diecisiete como un sistema de control de emisión de valores, y simplemente la humanidad se ‘acostumbró’ a este manejo económico”, expresó.

Continuando con su charla, expresó que: “la propuesta de la economía solidaria tiene mucho que ver con el intercambio que en un inicio fue creado por las culturas americanas, y la referencia de los antiguos tianguis nos sirven muy bien para ejemplificar esta posibilidad: los productos que todos los participantes llevan a este llamado ‘tianguis’ tienen un valor intrínseco, y este valor se basa en la calidad y en la cantidad del producto mismo. Estos valores se pueden tasar y permitiría proporcionar documentos o asientos contables que amparen ese valor –lo que en otros tiempos fue utilizado como granos de cacao o conchas-, y mediante estos instrumentos intercambiar y adquirir otros bienes o servicios. Todo esto agrega valor a la propiedad común, y por ende se incrementa la riqueza de todos los individuos que participan en ella.

“Esto se puede trasladar también al terreno de los conocimientos y los servicios, y si a ello agregamos los modernos sistemas de cómputo, entonces podemos considerar la creación de ‘tianguis’ virtuales, en donde los conocimientos de la gente y los servicios profesionales de la gente también pueden formar parte del valor intercambiable por productos. Las aportaciones intelectuales también pueden ser objeto de intercambio por asientos contables, y con ello también tener acceso a esa economía solidaria, y en ello, como pueden ver, no tiene por qué existir ni por asomo el dinero como ahora lo conocemos”, abundó.

Para cerrar con la idea, comentó que: “Este esquema nos podría permitir romper con la dependencia monetaria y crear un esquema que otorgaría valor sustancialmente más importante que el del sistema económico actual, porque estaría basado en el valor que la gente le da al producto y al servicio, y no dependería de una regulación arbitraria impuesta por mercados extranjeros o por intereses ajenos al bienestar común”.

Finalmente, Gutiérrez Lozano invitó a los ciudadanos interesados en aportar sus propuestas a asistir al Foro Social Mundial, cuya sede en Aguascalientes será el parque La Pona, y se llevará a cabo durante los días sábado 31 de enero y domingo primero de febrero, a partir de las diez de la mañana.

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