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Expertos brasileños analizan la evolución de la Economía Solidaria en el país

Un modelo que se basa en principios de cooperación, autonomía y autogestión, que propone la reducción de las desigualdades y mayor atención al medio ambiente. Además de valorizar el trabajo humano, la práctica del comercio justo y consumo conciente. Esta es la propuesta de la Economía Solidaria (ES), que se conmemora hoy, 15 de Diciembre, […]

15 diciembre 2009
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Un modelo que se basa en principios de cooperación, autonomía y autogestión, que propone la reducción de las desigualdades y mayor atención al medio ambiente. Además de valorizar el trabajo humano, la práctica del comercio justo y consumo conciente. Esta es la propuesta de la Economía Solidaria (ES), que se conmemora hoy, 15 de Diciembre, en todo Brasil.

El movimiento de la Economía Solidaria ha crecido en los últimos diez años en el país. Esta opinión es compartida por tres especialistas del área. Joaquim Melo, fundador del Banco Palmas, ubicado en Fortaleza, Ceará; Lúcio Uberdan, miembro del Forum Gaúcho de EPS y también coordinador de la Sectorial de ES del Partido de los Trabajadores en Río Grande do Sul (RS) y Clóvis Vailant, integrante del Forum Brasilero de ES.

Joaquim explica que desde el primer encuentro sobre ES, alrededor del año 2000, el movimiento no sólo creció, sino que también se esparció por los estados brasileros. «Hoy son más de 20 mil los emprendimientos», dice. «Este movimiento ha crecido de abajo hacia arriba. Es muy importante resaltar esto», completa.

Para Lúcio Uberdan «la Economía solidaria crece porque nuestra sociedad es muy desigual, y además estamos atravesando una crisis financiera mundial». Según Clóvis, este nuevo modelo de desarrollo consiguió elaborar la pauta de los gobiernos, «pero estamos todavía en las márgenes de las discusiones políticas, en los espacios periféricos».

La visibilidad de estas actividades ha logrado avances también en el campo de las Políticas Públicas con las leyes estaduales y municipales para el sector. «Pero falta todavía una legislación a nivel federal», opina Joaquim. Para él, la creación de la Secretaría Nacional de Economía Solidaria (Senaes), en 2003, representa un gran avance; sin embargo, el órgano dispone de pocos recursos de fomento y apoyo a los emprendedores solidarios.

Cuando se habla de desafíos y dificultades enfrentados por el sector, todos son unánimes: dificultad de acceso al crédito y falta de espacios de comercialización. «Hay pocos canales para comercializar y los productos son todavía muy artesanales. Se necesita lograr un avance cualitativo y tecnológico», critica Joaquim. Él dice también que es necesario tener una estrategia comercial.

Los eventos tan comunes en el área, como las ferias, no han sido suficientes para estructurar y garantizar la salida continua de los productos. Para Lúcio «es hora de que los emprendimientos den un salto». Él dice que, aunque creciente, el movimiento económico solidario aún está en construcción.

«En el mercado capitalista está todo organizado, se sabe quién es el patrón, quién es el empleado. Pero en la Economía Solidaria, incluso teniendo la ventaja del trabajo autogestionario, todo todavía está siendo estructurado», explica.

Una de las grandes luchas de este movimiento es por el apoyo y fomento a los emprendimientos, asociaciones y cooperativas, y la creación del marco legal. Para Lúcio, la falta de recursos no permite que estos emprendimientos compitan en el mercado capitalista. «No tenemos políticas públicas que consoliden a los grupos solidarios», dice.

Joaquim resalta también el aumento del número de instituciones financieras que actúan dentro de la lógica solidaria. «Hoy ya son 51 los bancos comunitarios en Brasil». Estos bancos representan una salida y apoyo para los pequeños grupos, ya que los grandes bancos dificultan el financiamiento de esta capa de la Economía.

Incluso concordando con el crecimiento de la ES en Brasil, la tendencia hacia el futuro es vista con reservas y divergencias entre los analistas. Joaquim espera la creación del marco legal para la Economía solidaria en Brasil y dice que «es necesario que haya una articulación entre este movimiento y otros movimientos sociales».

Con un análisis riguroso, Lúcio Uberdan dice que ve dos posibilidades hacia el futuro. Una es que la ES se conforme con ser un movimiento social y, junto con otros movimientos, piensen en otra Economía también solidaria. O también, continuar creciendo, pero en forma vegetativa, acomodándose y sirviendo de prestador de servicios y mano de obra barata al sistema capitalista. «La autogestión estaría comprometida, y la producción y el lucro vendrían definidos desde afuera», dice.

Con una previsión más optimista, Clóvis cree que en los próximos 10 años la ES debe avanzar todavía más. «Es un crecimiento continuo». Y finaliza diciendo que el surgimiento de las asociaciones y cooperativas ha sido la salida para que los trabajadores pudieran enfrentar la crisis económica.

Autor: Tatiana Félix – periodista de Adital

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