El cooperativismo valenciano se ha movilizado en estos últimos meses para captar financiación europea por valor de 842 millones de euros del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia, cuyo elemento central es el programa Next Generation EU. De esta forma, las cooperativas valencianas muestran tanto su capacidad de trabajo e innovación como la fuerza que tienen al convertirse en parte importante del tejido empresarial valenciano.

Un instrumento temporal que contribuirá a reparar no solo los daños económicos, también los sociales causados por la pandemia que asola el mundo. La Europa posterior al Covid-19 será más ecológica, más digital, más resiliente y mejor adaptada a los retos actuales y futuros. Por este motivo, hay una gran expectación por la llegada de estos fondos que supondrán un punto de partida a una nueva era. Las ayudas están dirigidas a impulsar la sostenibilidad, la transformación digital, la cohesión social y territorial, así como la igualdad de género, con el objetivo de contribuir a la mejora de la productividad, la eficiencia y también propuestas de I+D+i que generen un efecto tractor para el desarrollo y competitividad de toda la cadena de valor.

La transición energética y la digitalización acaparan el 70% de los fondos, jugando un papel relevante en la recuperación económica. Una gran oportunidad para la transformación de las pequeñas y grandes empresas, autónomos y administraciones.

En cuanto a la Comunitat Valenciana, con las acciones planteadas que abordan la transición energética, la digitalización y la economía circular, se contribuirá al avance y modernización de las cooperativas valencianas y al mantenimiento de los cerca de 80.000 puestos de trabajo que generan, además de prever la creación de 1.947 nuevos empleos.

Según Teresa García, directora general de Emprendimiento y Cooperativismo de la Generalitat Valenciana, los fondos europeos «pueden suponer el incentivo para afrontar las necesarias transformaciones ecológicas, energéticas y digitales desde la resiliencia que ya producen. El tejido cooperativo ya aporta unos beneficios sociales que fijan empleo y vertebración social».

La Dirección General de Emprendimiento y Cooperativismo junto a Concoval ha realizado un excelente y concienzudo trabajo para poder ser incluidos en las ayudas europeas que tiene su punto de partida en el Fent Cooperatives (Plan de Apoyo y Fomento del Cooperativismo de la Comunitat Valenciana), que fue presentado en noviembre de 2020 en sede de Presidencia de la Generalitat. El documento elaborado, que está alineado con la Estrategia de Recuperación de la Comunitat, está centrado en los retos de transformación del modelo productivo que marca la Unión Europea.

Uno de los ejes transversales de los Next Generation EU es la igualdad, en este sentido el Pla Fent Cooperatives que sirve de base para el desarrollo de todos los proyectos, tiene una línea específica para que la igualdad de género se incorpore en cualquier acción del sector. «Todos los proyectos, por tanto, deben contemplar una visión de género, si bien algunos, como el relacionado con el proyecto sobre lucha contra la despoblación, o el de emprendimiento colectivo en Plataformas cooperativas, Platform Coops, tienen un especial foco en impacto de género», afirmó la directora General de Emprendimiento y Cooperativismo.

Respecto al Fent Cooperatives, en general, el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent, destacó que «este documento ha supuesto un gran esfuerzo de colaboración, puesto que el sector cooperativo se ha unido para poder garantizar la capilarización a las cooperativas más pequeñas». Además, aseguró que «la contribución del cooperativismo a la estrategia de recuperación valenciana se ha trabajado transversalmente y se ha ido adaptando a las diferentes manifestaciones de interés, como la referida en las comunidades energéticas locales, o el actual de digitalización».

El presidente de la Confederació de Cooperatives, Emili Villaescusa, hizo a su vez «una llamada a la sensatez», ya que considera que «esto va a requerir un esfuerzo importante del sector privado: el dinero no va a llegar gratis. Es importante estar preparados, porque el verdadero reto lo tienen nuestras empresas, que son las que han de asumir la necesidad de transformarse y hacerlo en clave de desarrollo sostenible, tanto desde el punto de vista económico como social y medioambiental».

Sectores

En cuanto a los sectores cooperativos que van a poder ser incluidos en el plan europeo se encuentran todas las familias cooperativas. Teresa García destacó que todas ellas «han participado en la definición de sus retos y necesidades, se han vertebrado a través de las diferentes federaciones y han estado coordinadas por la Confederación. Ha sido un gran trabajo de reflexión colectiva y cooperación».

La directora General resaltó la colaboración de todos los sectores que han participado en el proceso. Por ejemplo «el agroalimentario, con una gran movilización en cuanto a la constitución de Comunidades Energéticas Locales, pero también en digitalización y economía digital, con la introducción de la lucha biológica contra las plagas con el desarrollo de una red de insectarios cooperativos».

También, las cooperativas eléctricas y las de vivienda. «Las aportaciones de las grandes cooperativas, sirven de referencia para capilarizar en sus sectores», destacó García.

Asimismo, García hizo referencia a los programas de trabajo asociado «centrados en Plataformas Digitales y en asistir, mediante las transformaciones empresariales en materia cooperativa, para aquellas empresas que pudieran verse afectadas por la crisis del Covid-19, no solo afrontan el reto de la transformación digital, sino que también ayudan a la fijación del empleo aportando resiliencia».

Un ejemplo a nivel estatal es el de la industria agroalimentaria que puede optar a los 672.000 millones de euros del programa europeo de recuperación Next Generation, entre los que se enmarcan 120 millones de euros que se van a destinar a la modernización integral de invernaderos, así como los 300 millones destinados para regadíos, ya recogidos en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 por parte del Ministerio de Agricultura.

En cuanto a cómo va a desarrollarse el proceso de recepción de los fondos de recuperación, García manifestó que todavía no está claro. «La Dirección general, junto con el sector, ha participado y participará en las Muestras de Interés que los diferentes ministerios están lanzando, luego hay que esperar a la materialización de esas acciones», subrayó.

La directora resaltó la importancia que tiene la labor conjunta realizada por todos los estamentos. «Hay que destacar el trabajo de coordinación, no solo con el sector en la Comunitat Valenciana, sino también a nivel estatal y con otras comunidades autónomas». Por último, señaló que «trabajar en la gobernanza de la ejecución de estos fondos será clave en los próximos meses».

Iniciativas

El programa desarrollado incluye ocho proyectos: creación de comunidades energéticas locales; lucha contra el despoblamiento rural (con el objetivo de cumplir el reto demográfico); economía circular en el sector agroalimentario y de distribución comercial; transformación en cooperativas de trabajo asociado de empresas mercantiles en crisis (Salva tu Empresa); desarrollo de la colaboración público-privada con cooperativas (Base Viva); impulso de las cooperativas de plataforma; digitalización; y, por último, sistema integral de tratamiento y recogida de residuos textiles (Acción Circular).

El proyecto de mayor envergadura entre los presentados es el relacionado con las comunidades energéticas locales, que pretende movilizar 546 millones de euros en inversión y prevé generar 840 nuevos puestos de trabajo en el sector.

La fórmula natural de la comunidad energética local es la cooperativa, porque da mayor seguridad jurídica y además es un modelo ya contrastado y en uso. El proyecto presentado plantea avanzar en la incorporación de las administraciones locales, pero la semilla para formar las comunidades energéticas debe ser la cooperativa existente en cada municipio.

Desde la Conselleria se ha impulsado también un proyecto en el que el cooperativismo se alía con otras fórmulas de economía social. Acción circular propone una visión integral del reciclaje del textil, el 80% del cual está siendo llevado a cabo actualmente en la Comunitat por las empresas de inserción, que deben de continuar actuando como un agente principal en el diseño e implementación de los futuros sistemas de responsabilidad ampliada.