Encontrándonos de lleno en la parálisis causada por el  estado de  alarma decretado por el Gobierno, desde las diferentes redes de economía solidaria hemos estado valorando de qué manera podríamos encarar, este año, la campaña de Balance Social. Varias ideas e intuiciones han ido saliendo a las conversaciones, que han terminado cuajando en un cambio de enfoque que indicamos a continuación.

Por un lado, es evidente que no podemos lanzar la campaña de recogida de datos como si no pasara nada, ya que sería una frivolidad pedir el esfuerzo de hacer balance, dada la complicada situación socioeconómica de las entidades, sin ninguna vinculación con la crisis que estamos viviendo. En paralelo a esta reflexión, crece una necesidad común a muchos agentes y redes de la ESS: será importante entender el impacto de la crisis sobre las entidades y empresas a medio y largo plazo, para, de este modo, poder elaborar e impulsar medidas que alivien estos impactos. También sobrevuela las conversaciones la intuición -prácticamente una certeza- que las organizaciones de la ESS tenemos otra forma de afrontar las crisis; que, desde dentro, se abordan poniendo a las personas en el centro, con prácticas de reparto de trabajo y de corresponsabilización colectiva de los impactos; y, hacia fuera, desde la participación en redes e iniciativas ciudadanas para impulsar y reclamar medidas contra-cíclicas.

Con todas estas ideas sobre la mesa, ha cuajado esta idea: toda la campaña de balance social se enfocará, además de la obtención de los indicadores habituales, a recoger datos específicos para entender el impacto de la crisis, y para ver de qué manera la ESS le está haciendo frente. En este segundo caso, creemos importante hacer visible las prácticas solidarias internas, así como también la participación en iniciativas ciudadanas y movimientos sociales de respuesta. El objetivo será, pues que de este esfuerzo de reporting de datos que haréis este año las entidades, se generen dos grandes outputs:

1. Visibilizar las buenas prácticas de la ESS en tiempos de crisis.
2. Elaborar propuestas políticas para impulsar, ya sea desde el propio movimiento, como desde las administraciones públicas, planes de acción específicos a favor de la ESS con impacto a medio y largo plazo.

Así pues, es desde este enfoque que, este año, os pedimos que enseñas el corazón: como parte de una respuesta colectiva de la ESS contra la crisis. Bajo esta doble perspectiva, la campaña de este año tendrá dos fechas (fases): el 27 de abril y el 1 de julio. El 27 de abril iniciaremos la recogida de los datos de 2019 y el 1 de julio haremos las preguntas que hacen referencia a la crisis. 

En breve os comunicaremos qué preguntas nuevas haremos así como otras cuestiones de la campaña.