El Instituto de las Mujeres ha editado una guía sobre gestión público-comunitaria de los cuidados para avanzar en una hoja de ruta en el ámbito de los cuidados. El documento elaborado por REAS Red de Redes proporciona un marco teórico-práctico para identificar y sistematizar el conocimiento colectivo de todas las entidades y personas que, desde la óptica de la Economía Social y Solidaria (ESS) y los feminismos, están generando propuestas en el ámbito de los cuidados.

Este estudio revela que es necesario un cambio de la cultura organizacional. Para ello, es preciso generar un debate con todos los agentes implicados: instituciones públicas, empresas, personas individuales así como organizadas a nivel  colectivo. Como recoge el texto, es clave en este marco el papel de las administraciones públicas y su relación con el sector privado empresarial, donde “se abren posibilidades para impulsar este cambio cultural” y donde existen ya experiencias como las de Euskadi, Canarias, Cataluña o Madrid, donde se han favorecido conversaciones en torno a estos procesos necesarios de cooperación público-comunitaria.

Para María Atienza, coordinadora del estudio, es crucial el refuerzo de los servicios públicos, tanto de su oferta como de la dotación de recursos para ello. En este sentido, “resulta estratégico, el  incremento del empleo público y la creación de empresas de economía social y solidaria”, según declara. Las empresas de la ESS  abren “interesantes oportunidades para la innovación  público-social” ya que, por encima de objetivos económicos, “colocan en el centro de su actividad los cuidados y las personas”, como reconoce el texto.

Las organizaciones de la ESS han venido tejiendo en las últimas décadas propuestas para atender las diversas necesidades de cuidado de la población. Por ello, según Zaloa Pérez, consejera de Feminismos de REAS Red de Redes, “es necesario que estas fórmulas tengan una mayor visibilización en los planes y políticas públicas, además de mejorar las condiciones de trabajo de quienes se dedican profesionalmente al sector de cuidados”.

Como concluye la guía, las organizaciones de ESS pueden convertirse en una auténtica piedra angular de la transformación de la actual organización de los cuidados, hacia una sociedad que avance en el reconocimiento al cuidado como derecho universal. De este modo, como se recoge en las consideraciones finales, trabajar por el fortalecimiento de las estructuras de la Economía Social y Solidaria, tanto de las redes como de las entidades, es trabajar por el fortalecimiento de un sistema de cuidados más justo.